miércoles, agosto 16, 2006

Desde abajo.

Sobre un piso marrón deslucido, a sólo unos metros de aquellos ventanales que lo separan de la nocturna ciudad, descansa un pequeño conjunto de objetos de diversos materiales, texturas, colores y formas, dispuestos en sentido vertical y de manera asimétrica porque sus diferentes volúmenes facilitan ese tipo de organización.
Al ras del piso un pequeño cuadro rectangular en posición vertical, se recuesta sobre el pie del atril metálico que sirve de apoyo al grupo de objetos; sin embargo tres de ellos no se contactan con él porque se encuentran colgados del borde derecho de una obra pictórica de mayor tamaño ubicada en la parte superior de aquel.
En el espacio que existe entre el cuadro superior y el inferior, se ubica una paleta de pintor en cuya superficie de madera se reconocen los restos de varias pinturas (óleos, témperas o acrílicos) entremezcladas de manera azarosa. La forma casi oval de dicha paleta, que cuelga de una perilla que posee el atril cuya función es regular su altura, contrasta con las formas rectangulares de ambas obras artísticas y además recibe una tenue sombra que se proyecta desde la superficie del cuadro ubicado justo arriba de ella.
En el lienzo superior los colores suaves, con gran presencia del blanco y del vacío en la composición general, caracterizan la obra, que se diferencia de la representación abstracta ubicada más abajo porque ésta posee colores más intensos que forman planos y líneas bien definidas y no dejan espacios libres en la superficie del lienzo. En aquella obra ubicada arriba se observan dos figuras humanas enfrentadas, agachadas, con una pierna apoyada en el piso y la otra flexionada, las manos en sus cinturas y el torso recto sacando el pecho hacia adelante. Los rostros no tienen definición pero la morfología de los cuerpos nos muestra que se trata de figuras masculinas. Se encuentran representadas con la técnica del puntillismo o impresionista.
En el borde derecho de ese mismo cuadro hallamos: un collar de perlas blancas, un bolsito de mujer tejido de color lila y un pequeño lienzo de color marrón. Las perlas del collar no son auténticas porque sus brillos delatan el componente plástico que posee la imitación.
Leonardo May (Descripción)

1 comentario:

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Es una pena que este blog hay quedado en el olvido.
¿La autora tiene blog?
Saludos