miércoles, junio 21, 2006

Muñeca

No es un cuerpo normal. Luce como si hubiese sobrevivido no a una guerra sino a más de seis. No tiene cabeza, y lo poco que queda del resto de sus extremidades cuelga indeciso. Sus brazos, prontos a caer. Es una muñeca muy antigua. Deteriorada, abandonada y sucia. Despojada de gestos, de facciones, inerte. Inexpresiva.
Acéfala, permanece sentada sobre una mesa. Erguida. En su cintura restos de lo que pudo ser su vestido. Ahora, tules deshechos, inmóviles, abandonados, corroídos por el tiempo.
En sus pies mediecitas, oscurecidas de tierra de ayer.
Escombros!, piel de escombros!.Un color que respira muerte. Torso petrificado, vacío, duro.
No despierta, no respira.
Sentada sobre un lienzo, fucsia enfurecido, con vida, reposa la muerta muñeca.
Por el hueco de su cuello le huyó el alma de su cuerpo; la abandonó, la entregó a la nada, al vacío total. Su piel está hecha trizas. Se despinta de un soplido. Su débil piernita amaga a abandonarla para convertirla definitivamente en un horrible monstruo.

Mercedes Ruggiero (Descripción)

2 comentarios:

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Si existe intriga a la cual siento mucho apego, es sentir que siente otra persona. Más bien cómo. Ver con sus ojos y encontrar las diferencias con mi mirada.
El misterio de la mente.
Aún creo en la voluntad humana y no divina.

abrazo de gol

homoviator dijo...

Reviso estos textos ya sin recordar la cara de los autores. Sin saber por qué me gustan más de lo que entonces me gustaron. "La distancia", que le dicen, o el tiempo que todo lo puede.